10 consejos para emprender en Geografía
A raíz de la publicación de mi último trabajo editorial, escribí un artículo para mostrar una de las historias emprendedoras que en él se relatan: “¿Se puede emprender en Geografía? Ante la gran repercusión que tuvo en redes sociales y tras dar respuesta positiva al título del post, en este artículo pretendo dar respuesta a la siguiente cuestión: ¿Cómo emprender en Geografía? Para resolver esta pregunta voy a dar 10 consejos para todos aquellos geógrafos a los que les esté rondando por la cabeza montar su propia empresa y ofrecer servicios relacionados con la Geografía.
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1. Lo que aprendes en la Universidad no es una profesión
Si piensas que lo que has visto durante la carrera es una profesión, estás muy confundido. Lo primero que tenemos que asumir, es que lo que aprendimos durante la carrera no es una profesión sino más bien un conjunto de conocimientos, destrezas, técnicas y herramientas que has de saber utilizar y poner en valor para satisfacer demandas y necesidades de la sociedad. Y cuando hablamos de sociedad, si lo que quieres es montar una empresa, nos estamos refiriendo a clientes.
Este giro conceptual puede resultar algo dramático, pues posiblemente esperabas salir de la facultad hecho todo un profesional. ¡Qué va! Cuando acabas en la Universidad es cuando, precisamente, empiezas a labrar tu futuro profesional, ya sea como trabajador por cuenta ajena, dentro de una empresa o una Administración Pública, o por cuenta propia en tu empresa. Por ello es importante que antes de lanzarte a emprender conozcas tu profesión y domines los campos sobre los que quieres trabajar. Un cierto bagaje profesional ya sea como becario, voluntario en una ONG o como contratado, te vendrá de perlas para saber cómo manejarte en el mundo profesional. Esto no quiere decir que no puedas emprender recién acabada la carrera, pero sin duda lo idóneo es que te empapes de la realidad que vas a encontrar ahí fuera y no te des de lleno con un mundo totalmente nuevo para ti.
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2. Olvídate de que la Geografía es menos útil que otras disciplinas
Está claro que la Geografía como titulación está mucho menos demandada que otras. Esto es una evidencia y una realidad. Pero lo que no es cierto es que estemos menos capacitados que otros titulados para hacer un montón de cosas. De hecho, como profesionales, una vez nos conocen, somos muy apreciados y valorados. Además contamos con una grandeza con la que otros profesionales no cuentan, como es la capacidad global e integradora de análisis; sabemos de muchas cosas y además disponemos de la facultad para relacionarlas y sobre todo de una capacidad de síntesis brutal.
Hoy día el acceso al conocimiento es universal y gracias a Internet podemos saber de muchas cosas sin necesidad de ir a la Universidad o tener una preparación específica. Por ello, actualmente, lo que las empresas y el mercado más valoran de las personas son sus cualidades y sus capacidades para desempeñar el trabajo.
En un mercado continuamente cambiante, la polivalencia y la rápida adaptación a los cambios son valores en alza. En las facultades no nos enseñan a esto. Las Universidades aún no han superado las barreras que le separan de la realidad socioeconómica y empresarial y los profesores más allá de hacer trabajos de investigación “academicistas” y de enseñar una ciencia y unas técnicas, jamás se han enfrentado a la realidad profesional y empresarial de la Geografía, algo a la que el resto de geógrafos sí que nos hemos de aferrar. Ni siquiera la crisis, a mi parecer, ha conseguido cambiar mentalidades en la Universidad y me temo que aún sigue instaurada la filosofía de que la Universidad está para hacer ciencia y no para hacer profesionales. No voy a entrar hacer un juicio de valor, pero creo que habría que reflexionar mucho sobre esto, ya que al igual que todos nos estamos adaptando a los cambios sociales y económicos, la Universidad también tendría que hacerlo. Comparto que está para hacer ciencia, pero en equilibrio con la preparación de profesionales. Por desgracia, o por suerte, no hay sitio para todos los que finalizamos nuestros estudios en los departamentos de Geografía y tenemos que buscarnos la vida fuera de la Universidad. De igual modo la razón de ser de ésta es la enseñanza y, por tanto, sin alumnos pierde su idiosincrasia.
A pesar de ello, y aunque pueda parecer lo contrario, los geógrafos no salimos peor preparados que otros titulados, y nos enfrentamos en igualdad de condiciones al mercado de trabajo, es más, diría yo que salimos dotados de mejores herramientas y mecanismos para desempeñar nuestras funciones profesionales. Así que si, a priori, nos parece que podemos llegar con cierto complejo de inferioridad, despojémonos de ello porque salimos, al menos, en igualdad de condiciones. Es más, el ámbito de oportunidades que se nos presenta es muy variado. Cada uno que busque sus fortalezas en los ámbitos que domina.
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3. Antepón lo que sabes hacer (producto) a tu titulación
Es cierto que la Geografía es una disciplina muy poco conocida y que carga con una pesada losa que yo llamo de los ríos, las montañas y las capitales. Es cierto que el desconocimiento social y empresarial sobre nuestra disciplina es enorme y entre todos hemos de contribuir a dar mayor visibilidad a una profesión que, aunque nos parezca lo contrario, es sumamente importante y tiene muchos nichos de mercado.
A diferencia del trabajo por cuenta ajena, si decidimos montar una empresa, nuestra carta de presentación no va ser nuestro CV y, por tanto, no vamos a tener que vendernos como geógrafos. Con esto no digo que tengamos que ocultarlo, ni mucho menos, simplemente quiero poner de relieve que el estigma que nos marca a la hora de enfrentarnos a otros competidores con titulaciones más conocidas (empresariales, económicas, derecho, biología, ciencias ambientales, ingeniería agrícola…), en este caso no se produce. Paradójicamente, los reclutadores y contratadores en lo primero que se fijan es en la titulación y la experiencia. En cuanto a esta última es determinante el puesto que se desempeñó y el nombre de la empresa en la que hemos trabajado. Con estos datos ya se hace un juicio de valor, sin entrar al detalle de los proyectos y las funciones específicas que se ejecutaron durante esa etapa profesional. Si bien es cierto que esto está cambiando, sigue siendo así. Por tanto, si carecemos de experiencia laboral, nuestra titulación es lo determinante.
En el caso de que montemos nuestra propia empresa, nuestros clientes no se van a fijar en nuestro CV, sino en el de nuestra empresa; es decir en los trabajos que realizamos y en aquellos que hemos llevado cabo. Es decir, se van a fijar en nuestro catálogo de productos o servicios y en nuestro portfolio (instrumento por el cual la empresa o persona da a conocer a sus potenciales clientes los trabajos que ha ejecutado; es un medio por el cual se muestra la calidad de los productos o servicios, de forma que el potencial cliente puede conocerlos y valorarlos).
Por tanto será vital definir nuestro catálogo de productos y servicios y nuestro portfolio.
- Productos y servicios: aquello a lo que nos dedicamos y ofrecemos a nuestros clientes; es decir por lo que nos van a contratar como empresa.
- Portfolio: trabajos que hemos realizado a otros clientes o que son de producción propia. Aquello en lo que la entidad que nos va a contratar se va a fijar para valorar nuestra valía.
En ambos casos no aparecerá, por tanto, nuestra titulación, de modo que esta aparente carencia que tenemos a la hora de que nos contraten, se anula. Nuestro cliente se va a fijar en aquello que sabemos hacer independientemente de si está hecho por un biólogo, un arquitecto o un economista. Ten en cuenta que nunca te vas a encontrar con empresas de geografía, pero tampoco de derecho, de empresariales, de económicas, de biología, de ciencias ambientales o de ingeniería agrícola. Las empresas ofrecen productos y servicios, que genera su capital humano. Muchas veces somos nosotros mismos los que nos limitamos con nuestros propios prejuicios.
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4. Crea productos y servicios útiles y tangibles
Olvídate de conceptos generales como geografía, desarrollo rural, ordenación del territorio… Es muy improbable que nadie demande servicios de geografía, desarrollo rural o de ordenación del territorio como tal; son conceptos tan ambiguos y amplios que no creo que ni nosotros mismos seamos capaces de comercializarlos como tal. No son productos, son áreas de intervención, así que olvídate de ellos y define productos y servicios concretos que puedas vender a clientes.
Ten en cuenta que estos productos, además no tienen por qué ver directamente con la Geografía que nos enseñaron en las aulas. Por ejemplo, una de las salidas más recurrentes que se muestran a los geógrafos es el geo-marketing . El geo-marketing es una técnica que aporta información para la toma de decisiones en negocios, apoyadas en la variable espacial, que permite analizar la situación de un negocio mediante la localización exacta de los clientes, puntos de venta, sucursales, competencia, etc. Éste es un ámbito importante de trabajo, pero por qué tenemos que poner el prefijo geo a todo ¿Por qué en vez de dedicarnos al geo-marketing no nos dedicamos al marketing? Nadie se ha parado a pensar que tenemos el perfil 10 para trabajar en marketing y no solo en geo-marketing. ¿No son más vendibles servicios de marketing que de geo-marketing? El marketing es un campo amplísimo y muy demandado donde entran en juego multitud de factores que precisan de infinidad de variables y datos que, como geógrafos, dominamos a la perfección. Y en este sentido el geo-marketing es una herramienta más que como profesionales podemos usar, más allá de que, a su vez, podamos dedicarnos a la realización de plataformas de geo-localización o Sistemas de Información Geográficos.
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5. Observa a tu alrededor y plantea soluciones con las que puedas ganar dinero
También has de tener en cuenta que no todo lo que sabes hacer, o que te gustaría hacer, es demandado por la sociedad y lo que aún es más importante, ésta está dispuesta a pagar por ello. Es complicado que alguna empresa o Administración nos pague por hacer pirámides de población o cortes topográficos. En cambio sí que nos pueden pagar por hacerles una encuesta de satisfacción a sus clientes y su posterior análisis para la mejora de sus servicios o por redactar una evaluación de impacto ambiental.
Antes de lanzarnos a emprender hemos de tenerlo muy en cuenta, pues aunque parezca algo muy evidente, muchas personas, no solo geógrafos, no piensan en la rentabilidad y los ingresos que su actividad les ha de aportar. Podemos engendrar una iniciativa muy interesante y usada, por ejemplo un portal para poner en contacto a profesionales de la Geografía. Seguramente sería una idea muy interesante y que muchos usaríamos, pero posiblemente su promotor tendría un problema importante para poder vivir de su proyecto.
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6. No tienes por qué emprender solo en áreas de la Geografía
Evidentemente, si has estudiado Geografía, es porque quieres dedicarte profesionalmente a ámbitos relacionados con ella. Pero más allá de los conocimientos que has alcanzado, has de ver que, también, has adquirido unas capacidades y unas habilidades que tiempo atrás no tenías. Y éstas son extrapolables y aplicables a muchos ámbitos. Por ello, tampoco has de obcecarte en tener que emprender en áreas que sean coto de la Geografía y puedes abrirte a otras. Hoy día las titulaciones no son tan importantes y las líneas de separación entre unas materias y otras son muy efímeras. En un mundo tan cambiante, donde lo que ayer valía, hoy no sirve, hay que estar en continuo proceso de formación y de adquisición de conocimientos y habilidades.
Por todo ello, si se te presenta una oportunidad interesante, no la deseches solo por no tener nada qué ver con lo que lo que estudiaste en tu carrera. Que esto no te haga sentir un fracasado porque es una tontería. Hemos de romper con este paradigma. La Geografía tiene un ámbito de actuación tan grande que aún montando una panadería de barrio, nos va a ser útil. Si ese ámbito nos gusta y nos sentimos realizados profesional y personalmente ¿Por qué no? Hay mucha gente que ha estudiado carreras con gran proyección y que, hoy día, se dedican a actividades que nada tienen que ver aquello que, a priori, aprendieron en las aulas de su Universidad. Ingenieros con carreras muy prometedoras que lo dejaron todo, aquello para lo que habían estudiado, para dedicarse a su empresa, que nada tiene que ver con aquello que anhelaban al finalizar su carrera. A pesar, de ello se sienten mucho más realizados y, para nada, se arrepienten de haber estudiado aquello que un día eligieron. Además, hables con quien hables, todos volverían a hacer lo mismo. Es muy importante estar formado y contar con una titulación universitaria, pues más allá de los conocimientos, adquieres un bagaje y unas habilidades especiales, que para nada sobran.
Así que, si llegado el caso, tienes la posibilidad de emprender con garantías más allá de áreas propias de la Geografía, no lo dudes, para nada serás un fracasado, más bien todo lo contrario.
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7. Trabaja tu portfolio
Ya hemos visto qué es un portfolio. Sin duda, es tu principal carta de presentación y, poco a poco, has de ir incrementándolo. Lo complicado, como siempre, serán los inicios. Pero no porque aun no hayas cerrado tu primer trabajo para una empresa o una Administración Pública no dejas de tener trabajos que mostrar a tus potenciales clientes.
Seguramente, a lo largo de la carrera hayas desarrollado proyectos de calidad que puedes y debes incluir. Igualmente, si colaboras con alguna entidad u ONG también dispondrás de proyectos que incluir. Todos aquellos proyectos que hayas liderado o en los que hayas participado son dignos de que ocupen un importante espacio en tu portfolio.
Más allá de esto, tú mismo puedes impulsar proyectos propios que te sirvan de base y de ejemplo para tus clientes. Pueden ser trabajos que no hayan tenido una remuneración, pero que, sin duda alguna, van a servir a tus futuros clientes para valorar la actividad de tu empresa. Por ejemplo, si te vas dedicar a hacer contenidos web para espacios naturales, ponte manos a la obra y elige un espacio con el que tengas cierta relación para crear un espacio web. Tú habrás de asumir los costes, pero ya dispondrás de una carta de presentación. Si te vas a dedicar a la explotación de datos económicos y estadísticos, búscate alguna colaboración en algún medio para que publiquen algunos de tus artículos o crea tú mismo un medio en el que puedas ir publicando trabajos propios que vayan captando la atención de tus potenciales clientes y, a su vez, éste también te sirva como un proyecto que mostrar.
Hay muchas maneras de ir construyendo tu portfolio. Al igual que un CV has de hacerle crecer constantemente, más allá de si tienes clientes o no. No te quedes parado nunca y busca la forma de hacer trabajos que no requieran de más inversión que tu fuerza de trabajo (o inversiones mínimas) pero que te permitan mostrar tu valía y la de tu empresa.
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8. Nutre tu red de contactos
Los contactos son vitales en el mundo profesional y cada vez más. Tenlo en cuenta, tanto si optas por la vía del trabajo por cuenta ajena, como si te decantas por el emprendimiento y montas tu empresa.
Mucha gente tiende a confundir contactos con enchufes: para nada. Tener contactos es participar de redes sociales y éstas han existido siempre, más allá de la aparición de Fabebook o Linkedin. Conocer gente y profesionales de tu ámbito te permitirá participar de nuevas oportunidades, colaborar mutuamente en proyectos y nutrirte de experiencias provechosas. Muchas personas confunden esto con favoritismos o enchufes y están muy confundidos. Conocer personas y profesionales nos hace más grandes y nos va a permitir formar parte de más proyectos y experiencias. De hecho, es otra de las cosas más importantes que nos da la Universidad, pues en ella podemos conocer a infinidad de personas que, con el tiempo, pueden convertirse en nuestros colaboradores, proveedores o clientes.
También, hoy día, gracias a las redes sociales podemos acercarnos a infinidad de personas, pero ésta no es ni la única ni la más eficaz de las herramientas. Hay otras muchas y hemos de usarlas de manera conjunta, haciendo un mix. Siempre que tengamos posibilidad acudamos a foros, congresos, networking, encuentros profesionales… Hay muchos mecanismos para que ampliemos nuestra red de contactos, aunque luego hemos de ser capaces de mantenerla y de dotarla de valor.
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9. Fórmate y adquiere competencias empresariales y comerciales
Crear una empresa es una opción más para integrarse en el mercado laboral, pero no es una fórmula mágica; tampoco es más fácil que encontrar trabajo por cuenta ajena, más bien resulta igual de complicado y laborioso. Crear una empresa y gestionarla es mucho más que desempeñar unas funciones profesionales, de modo que si ya como geógrafos hemos de formarnos y adquirir nuevas capacidades para ofrecer productos útiles y competitivos en el mercado, como empresarios hemos de asumir tareas propias de la gestión empresarial. En este sentido, hay dos campos en los que hemos de intensificar nuestros esfuerzos:
– gestión empresarial: cuando montas una empresa o te haces autónomo, más allá de tus tareas profesionales como tal, tendrás que, en mayor o menor medida, trabajar en la gestión de tu empresa. Podrás delegar parte de ese trabajo en una gestoría o en algunos de tus trabajadores, pero habrás de tener el control de la misma. De no hacerlo así estarás perdido y pronto empezarán a llegar los problemas. Por ello fórmate en todo lo que puedas, controla el tema y si quieres liberarte parcialmente de estas tareas hazlo, pero siempre lleva tú las riendas, más allá de que sean otros quienes se preocupen de hacer las facturas y presentar las declaraciones correspondientes a Hacienda.
– labor comercial: los clientes no llegan por sí solos y, por tanto, hemos de buscarlos. Un punto clave será la definición de nuestros clientes y cómo llegar a ellos. Tendremos, también, que determinar si éstos son del ámbito privado o del público, ya el modo para llegar a ellos no es el mismo.
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10. Antes de lanzarte, trabaja tu plan de empresa
Y finalmente, nunca te lances a emprender sin hacer antes un plan de empresa. No te será complicado pues, como geógrafo, estás más que acostumbrado a planificar y a proyectar y de lo que se trata ahora de eso. Es sumamente importante que analicemos con detenimiento el mercado en el que nos queremos mover, determinemos quién es nuestra clientela y definamos unos productos acorde a sus necesidades. También habremos de trabajar el plan económico-financiero, un aspecto vital si realmente queremos vivir de nuestro proyecto. Nunca te lances a montar una empresa sin antes hacer un buen plan de empresa. Seguramente nunca te hayas enfrentado a uno de ellos. No es difícil. En el siguiente vídeo tienes un tutorial que sin duda te va a ser de gran ayuda.
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También, te recomiendo la lectura de “El libro de ruta del emprendedor” un libro que te preparará para emprender con garantías, el cual está escrito por un geógrafo y en el que, además encontrarás alguna experiencia empresarial, muy ilustrativa, puesta en marcha por geógrafos.
Emprender en geografía es posible y son muchos los colegas que ya han optado por esta fórmula de trabajo. Ahora tú eres quien decide. Dispones de estos diez consejos que sin ser una pócima mágica, sí que te permitirán ver las cosas de manera más clara.
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